Cuando estamos muy cansados decimos que “estamos sin fuerzas” y necesitamos
descansar un rato para recuperarnos. Y es que cuando andamos, o jugamos, o…
realizamos muchas otras actividades, ejercemos fuerza contra algo: si estamos
jugando al fútbol le damos con fuerza al balón; si corremos, nuestros pies hacen
fuerza contra el suelo; para llevar la mochila tenemos que compensar lo que
pesa,… Las fuerzas están presentes en la mayoría de nuestras acciones.
Que un cuerpo se deforme por ejemplo : si apretamos con un dedo un trozo
de plastilina o si estiramos un muelle, cambiamos la forma de ambos cuerpos.
Que un cuerpo permanezca en reposo por ejemplo : para que un libro se
mantenga quieto en el aire, es necesario sostenerlo, aplicándole una fuerza
igual a su peso; para mantener estirados un arco o un muelle, hay que hacer
fuerza sobre ellos.
CLASES DE FUERZAS
Hay dos clases o tipos de fuerzas,
las que actúan por contacto y las que actúan a distancia.
Cuando el cuerpo que ejerce la
fuerza está en contacto directo con el cuerpo sobre el que esta se aplica, se
trata de una fuerza ejercida por contacto.
Darle una patada a un balón,
remolcar una grúa a un coche, empujar el carrito de la compra o la
acción de tirar de una cuerda, son ejemplos de fuerzas por contacto.
Cuando el cuerpo que ejerce la
fuerza no está en contacto con el cuerpo sobre el que esta se aplica, se trata
de una fuerza ejercida a distancia.
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